Esta es una pregunta que muchas veces no nos hacemos cuando comenzamos un negocio. Dada mi experiencia y la experiencia que he podido detectar en amigas y cercanas que han comenzado su emprendimiento, es que la primera razón de emprender es el no sentirse a gusto en el trabajo donde están, ya sea porque no ganan lo suficiente, no les gusta hacer lo que hacen, sienten que sus capacidades no están siendo explotadas, en fin.
Producto de esta incomodidad que se siente, que muchas veces pasa a ser un martirio para algunas, es que nos planteamos la posibilidad de hacer un negocio.
En mi caso, desde la universidad ya sabía que no podría estar 9 horas diarias frente a un computador y encerrada en una oficina. Pero bueno, la vida me llevó a emplearme y más encima en un banco, lugar donde recuerdo haber dicho que jamás trabajaría, en fin, tuve que comerme mis palabras y hoy agradezco enormemente a las personas de las cuales aprendí mucho, ese trabajo me formó y gracias a él también pude emprender vuelo hacia mi destino.
Pasado ya unos años, en el periodo de lactancia con mi segundo hijo, con un negocio montado y todo, me hice esta pequeña pero tan relevante pregunta: ¿Qué me mueve a emprender? y ahí me di cuenta que el hastío laboral y el querer ver a mi hijo crecer, fueron los principales gatillantes de dar el paso, pero!!! indague un poco más a fondo y pude comprender, que en realidad, mi real gana y necesidad de tener un negocio propio, es el amor a la libertad y la flexibilidad de horarios y la posibilidad que me da de poder desarrollar mi capacidad creativa e intelectual….wow
Dirán, ya ok, y ahora qué?, pues bien, saber qué te mueve a emprender, será tu gasolina para aquellos días en que quieres tirar la esponja, será el azúcar para seguir adelante y dar lo mejor de ti, te ayudará a no desfallecer en el camino y empujar con todo.
Por último, la moraleja de mi primer emprendimiento es que, todo lo que decidamos hacer, debe estar en armonía y en alineación con aquello que más nos gusta, con aquello donde podamos poner al servicio nuestros dones y talentos para brillar.
Cariños!
